Con la llegada del Desembalaje de Antigüedades del 22 al 24 de septiembre, tienes infinidad de posibilidades de hacerte con piezas maravillosas que completarán tu colección o tu decoración.
Muchas veces me comentan «es que yo no sé, no tengo ni idea… si me acompañaras…» Bien, pues no hay que ser todo un experto. Lo primero, no pienses «no voy porque no sé» solo haz caso a tu sentido común y a unos pequeños detalles para reconocer una verdadera antigüedad.
Verás que no es tan difícil, no vamos a hablar de importantes obras de arte en las que si necesitas unos determinados conocimientos, o en determinadas piezas de colección en las que también hay que contar con conocimientos determinados en una categoría determinada, ej. numismática.
Vamos a centrarnos en cosas más comunes como piezas de decoración o mobiliario.
Imagínate que acabamos de llegar a un desembalaje y te interesa una pieza. ¿Por dónde empezamos? Pues por el principio, si ya sé que estás pensando «que lista!!!», el principio es la vista, te ha gustado, te ha llamado la atención ha conseguido que te fijes en ella, punto para la pieza. Te acercas, entonces llegan las dudas, no preguntas porque tienes la sensación de que te vas a sentir obligado, error!!! ante cualquier duda, pregunta, sin miedo!!! Bueeeeno que no cunda el pánico vamos a observar la pieza y a poner en marcha lo que te comentaba al principio, el sentido común. Que pasa con una antigüedad? Pues como nos va a pasar a todos, que con el tiempo nos deterioramos, por lo que algo con aspecto de nuevo nos hace sospechar al menos de una restauración. El color no será demasiado uniforme normalmente en mueble bajo la parte superior sería entendible que fuera más clara que el resto, por qué? sencillamente por exposición a la luz. Sería muy normal también, encontrar trazas de uso, huellas de agua, de haber tenido objetos encima… incluso señales de cigarrillos!! Las esquinas estarán redondeadas. Las patas pueden tener mellas del paso de escobas por ejemplo. El desgaste ha de ser el correcto, alrededor de las manillas, en zonas de roce… y el desgaste no será uniforme en todo el mueble, por supuesto. En caso de cajoneras, saca los cajones, mira su construcción y echa un vistazo a las zonas de roce interiores lleva muchos años abre y cierra se supone.
Mira la parte de debajo de las sillas y las traseras de los muebles ahi encontrarás gran parte de la información.
Incluso el olor nos da pistas «huele a antiguo!!!»
Otras señales son los tornillos, por ejemplo, huye de los tornillos phillips, (de estrella) o cerrajería demasiado nueva o pulida. Observa también los trabajos hechos a mano. Y nos facilitan las cosas las placas de fabricantes.
Otra de las cosas a tener en cuenta a primera vista es lo demasiado «perfectamente antiguo» la demasiada perfección nunca es buena.
Aún así, pregunta, no te cortes, pregunta por procedencia, restauración…hasta quedarte satisfech@. Luego y antes de tener que arrepentirte por no haberla comprado, hazte con esa pieza que te gustó porque eso es lo que realmente importa.
Ahora te voy a poner unos ejemplos prácticos
Qué vemos aquí de raro? Pues al menos vemos que se han cambiado visagras, lo vemos en las marcas superiores, ya tenemos algo que preguntar y un punto para una rebaja en el precio si nos parece demasiado alto.
Qué vemos aquí? Señales demasiado nuevas para haber estado expuestas y a la intemperie y agujeros demasiado perfectos y sin deterioro alrededor, artículo para turistas.
Qué ves aquí? Yo veo un espejo impoluto, los espejos antiguos tienen marcas que ademaás les dan caracter y encanto, marcas prácticamente imposibles de simular, aquí aventuraría que el espejo no es el original.
Lámparas industriales que para haberse usado están demasiado bien, demasiado pulidas cuanto menos
Y objetos que no dejan lugar a dudas la navaja Windows de antiguedad… lo justo jajaja.
Bueno pues espero que te sirva para las visitas a las ferias. Por cierto en nada tenemos el desembalaje de Burgos, la feria de Sajazarra o el desembalaje de Torrelavega